lunes, 3 de septiembre de 2007

Viaje al Oeste (2): Caminos

En un viaje, tan importantes como las escalas son los trayectos entre ellas. En total, fueron 1700 millas (unos 2700 kilómetros) por las que Ana condujo nuestro flamante Chrysler PT Cruiser de alquiler (cómo me gusta ese coche, muy "Nueva York, años 30"). Yo soy bueno con los mapas, y ella es muy buena al volante.
En apenas tres estados que atravesamos, pudimos ver gran variedad de paisajes. California es el estado más hermoso y mejor aprovechado del país: donde no hay cultivos o ciudades, hay parques naturales, como el de Yosemite o Sequoia Valley. Allí todo el suelo produce dinero.
En San Francisco, como ya dije, las calles son tan empinadas que en ocasiones el estómago se te revuelve, por ejemplo, cuando vas conduciendo y el coche que hay delante de ti desaparece literalmente (para enterarte, dos segundos después, que hay una cuesta que ni siquiera a pie nos atreveríamos a bajar). Fijáos en cómo aparcan los coches: todos con la rueda delantera en oblicuo. Otra gran experiencia fue atravesar el puente Golden Gate.
Nevada es otra historia. Es un inmenso desierto, con carreteras tan largas e interminables que acabarían con la paciencia de cualquier conductor. Pero claro, los americanos han inventado sistemas para reducir esa sensación de infinitud (y consecuente modorra), colocando frases de seguridad vial a lo largo de los trayectos, divididas en sucesivos carteles, que te mantienen con la curiosidad durante el espacio en que transcurren.

En Arizona se encuentra muy bien conservado un tramo de la antigua Ruta 66, la famosa carretera que partía de Chicago hasta California (¿recordáis Cars?). Yo pensaba que estaría más trillada de turistas, pero no es así. Realmente está bastante abandonada, y tan sólo en Williams (y en Flagstaff) es posible encontrar restaurantes y alojamiento decente. Estos puntos de La Ruta 66 no son turísticos per se, sino porque lindan con el Gran Cañón. Aquí os dejo unas fotos de la Ruta 66: solitaria, con un motel de carretera, y a su paso por Williams (un pueblo con bastante vidilla, por cierto):
Recorrer largos caminos siempre tiene algo de viaje iniciático. En mi caso, yo ya sabía que esas millas me estaban llevando a una nueva etapa de mi vida. Ha sido el mejor road-trip de mi vida, y si hubiésemos podido, hubiéramos conducido hasta Nueva York. Pero tuvimos que dejarlo en Phoenix porque se necesitan semanas enteras para atravesar el país de costa a costa. En el próximo capítulo hablaré de algunas visiones. Visiones, sin más.


OLI I7O

5 comentarios:

elena dijo...

Supongo que sabes que también eres muy bueno haciendo fotos, Pablo. Lo que yo todavía no sé es si me convence el acabado rugoso que les aplicas: por principio no me gusta, pero he de reconocer que les da un toque especial a las fotos. Así que sigo en la duda.
(By the way, nice to meet Ana, the very good driver!)

Anónimo dijo...

Las fotos parecen sacadas de peliculas..me parece mentira que las hayas sacado "tu" con "tu camara"...Os esperan muchos viajes, pero este sera sin duda, el viaje dentro del viaje del viaje. Enhorabuena chicos!

Anónimo dijo...

Soy Javier, hijo de Pilar, de Málaga. He entrado en tu blog porque mi madre me lo recomendó, y estoy alucinando. Con tus descripciones, consigues transportar a la gente al centro de Nueva York. Con sinceridad, me pones verde de envidia, ya que adoro viajar, sea al lugar que sea. También aprecio la determinación que te ha llevado a hacer este viaje... Más vale tarde que nunca, ¿no?
Aunque repita lo que otros han dicho, tengo que felicitarte por las fotos, ¡un montaje increíble! Me ha deprimido un poco saber que el mago de las profecías de "Big" no exista realmente, pero a eso le compensan todos los parques naturales que habrás visto por allí, ¿no? Si tuviera que elegir un motivo para ir a Estados Unidos, no lo dudaría un segundo antes de responder: ¡los enórmicos parques y la impresión de ver un parque nacional que supera en superficie la comunidad de Madrid! Ahora que lo pienso es una razón algo estúpida, pero es mi razón , y yo la seguiré manteniendo.
Los links a otras páginas son muy entretenidos. La verdad, cuando me metí en la página web del arroz con leche, ¡me entraron ganas de ir a Nueva york sólo para probar tantos sabores! Espero que, cuando de mayor haga algún viaje de la magnitud del que estás haciendo ahora mismo, tenga tantísimas experiencias y tantas cosas que contar para tener la excusa de crear un blog como el tuyo. Ya para acabar esto, que más que comentario empieza a parecerse al Quijote, te doy mi enhorabuena, y te pido que sigas deleitándonos con tus experiencias en la bella y maldita gran manzana. Muchos abrazos y recuerdos de la familia Rueda desde Málaga, el creador de "Villa Miau"
Javi R. C.

Oli dijo...

Llámalo placer, honor, o como quieras... pero qué bueno leerte aquí. Aún tengo el recorte que nos envió tu padre sobre el premio que ganaste.

Y sí, opino que "Villa Miau" fue tu primera creación literaria... No voy a contar años, porque me asusto fácilmente. Escríbeme un correíllo contándome qué tal te va a ti, ¿vale?

Un abrazo,


OLI I7O

Marikuki Lucas dijo...

He disfrutado muchísimo viajando con los dos! Ha tenido que ser una pasada a muchos niveles... sí, la envidia me corroe