jueves, 14 de junio de 2007

De improviso, jazz

En Nueva York hay mil sitios donde se puede escuchar música jazz. Desde los míticos locales como el Blue Note o el Cotton Club, hasta los anónimos locales de Harlem, la oferta es inabarcable. Nueva York es sin duda la ciudad idónea para los amantes del jazz, entre los cuales, sinceramente, yo no me encuentro.

Sin embargo, el jazz tiene un magnetismo irresistible. El pasado domingo por la mañana iba caminando cuando de pronto escuché algo que parecía música jazz. Comprobé que salía de un pequeño local que hay al final de mi calle. Entré y pude ver unos músicos tocando para tres personas. Era la fiesta de jubilación de un policía, y la gente aún no había llegado, pero ellos estaban ahí, tocando y disfrutando.

No soy seguidor de la música jazz; no sé si lo que tocaron era una improvisación o una variación de algún tema supuestamente famoso, pero esa música hizo que cambiase mi plan de la mañana porque me cautivó durante media hora.Saqué esta fotografía y continué con mi jornada. No me hice seguidor de la música jazz, pero me quedé con el ritmillo el resto de la tarde.


OLI I7O

0 comentarios: