viernes, 8 de junio de 2007

¡Es la guerra!

Hace unas semanas, cuando empezó la primavera, vi una hormiga cruzando el escritorio. "Maldita sea", pensé. "Ahora que empieza el calor, me da que voy a tener que luchar contra ellas". Y la aplasté.

A los cinco minutos, otra hormiga apareció siguiendo el mismo rastro. También tuve que aplastarla, porque si no contenía a tiempo ese problema, podría ir a más. Aparecieron varias más a lo largo de la tarde, y hacía lo mismo con cada una de ellas. Una tras otra, las iba aplastando. Estaba envuelto en una espiral de violencia con las hormigas, así que era el momento de pensar en una estrategia drástica y rentable contra ellas.

Pasé esa noche pensando cómo acabar con el problema definitivamente. En la ferretería de al lado, vendían ácido bórico en polvo, ideal contra las hormigas. Sin embargo, no quería arriesgarme a guardar ácido bórico en mi habitación, porque eso, sumado al hecho de que en la esquina de mi calle hay una librería egipcia, podría ser una mala combinación en los tiempos que corren.

Pero he aquí que el destino me trajo un poderoso aliado: una araña. Estuve a punto de matarla nada más verla (por inercia con las hormigas), pero me di cuenta de que había hecho su telaraña justo en la esquina de donde salían las hormigas. A esta araña (un opilión común de jardín) la dejé vivir para que estuviese a mi servicio.
Sin embargo, el opilión podría llegar a conquistar demasiado terreno del alféizar de mi ventana, y tampoco quería eso. Necesitaba un remedio natural contra las hormigas, que eran el problema original. Me informé en internet, y averigüé que la menta es la planta más adecuada contra las hormigas.

Fue entonces cuando fui al Flower District, a fin de buscar una planta de menta. Aproveché para buscar también un geranio (para darle un toque español a mi existencia en Nueva York) y un poto, que siempre suben la autoestima, por aquello de que son las plantas más fáciles de cuidar en interior (algo que necesitaba, ya que mi experiencia pasada con el cultivo de ciertas plantas había sido un poco traumática).

En el Flower District, sólo había una tienda que tenía menta. Me la compré, pero de vuelta a casa no me parecía que aquello fuera menta. Más bien parecía hierbabuena, pero con el paso de los días, yo la estoy queriendo igual que si fuera menta, sin discriminaciones. Eso sí, según esta página, no es lo mismo si la hierbabuena es puntiaguda o no. ¿Algún experto entre vosotros me puede sacar de la duda?
No sé qué habrá sido de las hormigas, de la araña, o si la no-menta que compré acabará hecha mojitos, pero creo que he contenido el problema. Ha habido daños colaterales, pero lo importante es que aún tengo el control de mi habitación.


OLI I7O

8 comentarios:

Mambo cha cha cha dijo...

Pues mira que ayer mismico me tomé un mojito y no se me ocurrió mirar las hojas del fondo...

mjosita dijo...

Hola Pablete!!!
Como has podido comprobar ¡No estamos solos! y aunque creas que has solucionado el problema y te has librado de esos seres que habitan contigo, has de saber que, aunque tú no los veas, ellos siguen ahí...

un beso desde Madrizz

María José (Titania)

Anónimo dijo...

Pues chico, ni idea de si es menta o no pero si las hormigas ya no están... ¿Qué más da lo que sea la planta? :D

Anónimo dijo...

Todo un dilema!!Habría que preguntárselo a Mintha,la ninfa griega que se transformó en planta,
porque existen,al menos 15 especies distintas de mentas y además,la piperita es un híbrido de la hierbabuena y la menta acuática pero,a su vez,la hierbabuena lo es de la menta negra y la blanca..
Besitos y sigue amándolas por igual.
C*m.

elena dijo...

Yo tengo varias macetas con distintos tipos de menta y similares. Desde luego no sé sus nombres pero le dan al te un sabor buenísimo. Por lo visto, mis hormigas opinan igual ;-)

Anónimo dijo...

Yo creo que lo de la foto es menta.

De todos modos, si le salen flores raras puede que sea hierbabuena, aunque creo que esta tiene las hojas más grandes.

Seli dijo...

Yo también tengo hormigas en mi casa, al principio quería matarlas, y me lanzaba con el bote de spray de sálvese la marca como si fuera bill murray en cazafantasmas..Ahora corren mejores tiempos para las hormigas ya que di por perdida esa guerra.

Marta Zafrilla dijo...

Jjajaja...
Pablo, yo lo siento, no sé si era tu intención, pero no he podido evitar reírme a carcajadas con tu narración, sobre todo con el poto.
Lo cierto es las hormigas no parecen ser muy buena compañía pero te aseguro que lo prefiero a que me caigan gaviotas destripadas como me sucedió en Oporto...
Dale cariño a ese menta-hierbabuena. Si descubres finalmente que es lo segundo, avísame y te paso una receta para hacer mojitos ricos ricos...
Un abrazo.

http://nuncaprendiasilbar.blogspot.com